Un sereno cuadro de una pintoresca escena costera, con un clásico faro encaramado a un acantilado que domina una pequeña y tranquila bahía con un encantador pueblo.
Un sereno cuadro de una pintoresca escena costera, con un clásico faro encaramado a un acantilado que domina una pequeña y tranquila bahía con un encantador pueblo.
No hay agenda en mi trabajo. Me fijo en los gestos, los patrones, las contradicciones y los documento en forma visual. A veces es abstracto, a veces figurativo. En cualquier caso, es una especie de estudio. Un testigo silencioso.