Un giro moderno de una pintura barroca clásica, en la que una mujer regia con un brillo travieso en los ojos encarna el sentimiento "El karma es una zorra, pero como ella". La yuxtaposición del estilo refinado e histórico con la declaración audaz y contemporánea crea una sensación de desafío lúdico y aceptación de la naturaleza impredecible de la vida",
Un giro moderno de una pintura barroca clásica, en la que una mujer regia con un brillo travieso en los ojos encarna el sentimiento "El karma es una zorra, pero como ella". La yuxtaposición del estilo refinado e histórico con la declaración audaz y contemporánea crea una sensación de desafío lúdico y aceptación de la naturaleza impredecible de la vida",