Dos osos están sentados a una mesa con una bola de cristal, rodeados de naturaleza. La escena es caprichosa y mística, y sugiere una mágica hora del té llena de asombro y curiosidad.
Dos osos están sentados a una mesa con una bola de cristal, rodeados de naturaleza. La escena es caprichosa y mística, y sugiere una mágica hora del té llena de asombro y curiosidad.