"No sin mi bigote" es una ingeniosa obra que satiriza juguetonamente al icónico artista surrealista Salvador Dalí. Utilizando la técnica del collage, esta obra de arte manipula ingeniosamente la reconocible imagen de Dalí, en particular su característico bigote. Es una celebración lúdica de la excentricidad y el legado artístico de Dalí".
"No sin mi bigote" es una ingeniosa obra que satiriza juguetonamente al icónico artista surrealista Salvador Dalí. Utilizando la técnica del collage, esta obra de arte manipula ingeniosamente la reconocible imagen de Dalí, en particular su característico bigote. Es una celebración lúdica de la excentricidad y el legado artístico de Dalí".
Impresiones en lienzo de calidad superior
Lienzos en detalle
Lienzos en detalle
Colores de alta resolución y nitidez sobre lienzo, en varios diseños.
Opciones de marco flotante
Opciones de marco flotante
Listo para colgar. Todos nuestros lienzos se producen a mano, solo para ti.
Material
Material
Marcos de alta calidad de nuestro centro de producción para unos resultados duraderos.
Impresión de alta calidad
Impresión de alta calidad
Impresión de precisión en 8 colores con una increíble nitidez de 1.440 ppp.
Producción sostenible
Producción sostenible
Nuestra promesa: materiales certificados, energía verde y producción neutra en CO₂.
Accesorios
Accesorios
Presentación óptima gracias a un elegante riel para cuadros.
Hecho en Alemania
Hecho en Alemania
Producimos cada una de nuestras impresiones en nuestras propias instalaciones.
De la mano de Nando López, artista digital afincado en Barcelona que inició su carrera en agencias de renombre y posteriormente se especializó en proyectos de la industria de la moda, esta serie de ilustraciones y collages digitales juega con elementos descontextualizados para provocar la sonrisa y despertar la reflexión. Las piezas de Dikhotomy son una intrusión en lo familiar, un choque de épocas, técnicas y estilos mezclados sin pedir permiso, creando un efecto sorprendente y surrealista.
Inspirándose en la cultura pop y el arte callejero, transforma las composiciones en paisajes visuales frescos y cargados de humor. Cada imagen es una parodia deliberada del mundo del arte, pero también una invitación a replantearnos cómo vemos las cosas. Aquí conviven lo clásico y lo moderno, el arte se ríe de sí mismo y el espectador se ve arrastrado a una historia visual que no necesita lógica para ser fascinante.