Una obra de arte minimalista al estilo de las xilografías tradicionales japonesas. Tres estilizadas margaritas se alzan erguidas y orgullosas sobre un fondo de textura beige. Los claros contornos negros, la cálida paleta de colores con los centros de las flores amarillas y el sello Inkan rojo de la esquina confieren al motivo una armoniosa mezcla de gracia natural y estética del Lejano Oriente. Ideal como decoración de pared para los amantes del diseño zen, el Japón vintage y los gráficos florales.
Una obra de arte minimalista al estilo de las xilografías tradicionales japonesas. Tres estilizadas margaritas se alzan erguidas y orgullosas sobre un fondo de textura beige. Los claros contornos negros, la cálida paleta de colores con los centros de las flores amarillas y el sello Inkan rojo de la esquina confieren al motivo una armoniosa mezcla de gracia natural y estética del Lejano Oriente. Ideal como decoración de pared para los amantes del diseño zen, el Japón vintage y los gráficos florales.
Sudaderas para bebés de calidad superior
Material
Material
Nuestras sudaderas son de algodón ecológico (85 %) y poliéster reciclado (15 %).
Corte
Corte
Ajuste entallado con prácticos botones de presión para bebés de 6 a 24 meses.
Detalles
Detalles
Gran funcionalidad y alta calidad.
Instrucciones de cuidado
Instrucciones de cuidado
Nuestras sudaderas para bebés se pueden lavar a máquina a 30 °C.
Estampado de alta calidad
Estampado de alta calidad
Utilizamos la impresión digital directa para garantizar calidad y durabilidad.
Hecho en Alemania
Hecho en Alemania
Nuestro socio local de confianza elabora y estampa todas nuestras sudaderas para bebés.
Producción sostenible
Producción sostenible
Electricidad verde, pocos desechos y compromiso social.
Moqro es sinónimo de una estética atemporal con una presencia tranquila. Cada objeto se selecciona y diseña cuidadosamente para crear una atmósfera que perdure. No se trata de decoración, sino de significado. Las formas se reducen, los materiales se sinceran, el efecto permanece. Inspirado en la claridad japonesa, el resultado es un espacio que no se llena, sino que se siente: un hogar que habla, incluso cuando no hay nadie.