Una escena urbana minimalista en la que la arquitectura geométrica se une a la observación silenciosa. Con limpios bloques pastel y sombras nítidas, esta obra de arte captura la quietud de un gato solitario posado en un tejado, bañado por una luz cálida. Una obra perfecta para los amantes del diseño moderno, las composiciones tranquilas y la narración sutil a través del espacio y la forma.
Una escena urbana minimalista en la que la arquitectura geométrica se une a la observación silenciosa. Con limpios bloques pastel y sombras nítidas, esta obra de arte captura la quietud de un gato solitario posado en un tejado, bañado por una luz cálida. Una obra perfecta para los amantes del diseño moderno, las composiciones tranquilas y la narración sutil a través del espacio y la forma.