Caprichosa ilustración de un gato blanco sentado en una bañera azul en un elegante cuarto de baño alicatado. La escena es una representación humorística, encantadora e inesperada de la naturaleza curiosa de un gato.
Caprichosa ilustración de un gato blanco sentado en una bañera azul en un elegante cuarto de baño alicatado. La escena es una representación humorística, encantadora e inesperada de la naturaleza curiosa de un gato.
"Nunca planeé ser de un solo estilo. Simplemente seguí donde el color quería ir."
Mi arte no empezó con un manifiesto, sino con momentos de tranquilidad, bocetos dispersos y la negativa a ceñirme a las líneas. Creo con cualquier herramienta que me parezca adecuada ese día. Puede ser tinta, píxeles o carboncillo. Sigo la emoción y dejo que decida la forma.