Los círculos -algunos perfectos, otros delicadamente asimétricos- se entrelazan en un ballet cósmico sobre el lienzo. Cada anillo palpita con su propia frecuencia: algunos están cargados de azules saturados y ocres quemados, otros susurran la luz en pasteles translúcidos, como el aliento sobre el cristal...
Los círculos -algunos perfectos, otros delicadamente asimétricos- se entrelazan en un ballet cósmico sobre el lienzo. Cada anillo palpita con su propia frecuencia: algunos están cargados de azules saturados y ocres quemados, otros susurran la luz en pasteles translúcidos, como el aliento sobre el cristal...