Un pintoresco bodegón captura un cuenco a rayas rebosante de naranjas frescas y brillantes, evocando una sensación de encanto rústico y la sencilla belleza de los alimentos naturales.
Un pintoresco bodegón captura un cuenco a rayas rebosante de naranjas frescas y brillantes, evocando una sensación de encanto rústico y la sencilla belleza de los alimentos naturales.
"Cada cuadro es una maleta que deshago de un lugar en el que nunca he estado, pero que de algún modo recuerdo."
Llevo conmigo fragmentos de sueños, esquinas, historias escuchadas. Los convierto en colores y texturas, en paisajes que no existen pero que me resultan extrañamente familiares. Dejo que mi imaginación viaje primero y que mis manos la sigan después.