Un gato negro está sentado en el alféizar de una ventana, mirando a través de una ventana abierta un hermoso puerto iluminado por el sol con veleros. La escena es una representación pacífica, idílica y perfecta de la vida contemplativa de un gato junto al mar.
Un gato negro está sentado en el alféizar de una ventana, mirando a través de una ventana abierta un hermoso puerto iluminado por el sol con veleros. La escena es una representación pacífica, idílica y perfecta de la vida contemplativa de un gato junto al mar.
"Mi arte no tiene fronteras, está formado por todo lo que he sentido, visto y compartido con el mundo."
Mis creaciones traspasan las fronteras del estilo, el medio y la cultura. Influenciado por todo, desde el arte callejero hasta las formas clásicas, mi trabajo evoluciona con el mundo, celebrando su caos y su armonía.