Un poderoso y abstracto retrato de dos rostros, realizado en un atrevido estilo cubista con vibrantes planos de color entrelazados como el rojo, el naranja, el morado y el azul, que sugieren una profunda conexión.
Un poderoso y abstracto retrato de dos rostros, realizado en un atrevido estilo cubista con vibrantes planos de color entrelazados como el rojo, el naranja, el morado y el azul, que sugieren una profunda conexión.
"Cada lienzo atrapa una versión de mí que no sabía que existía hasta que terminé de pintarlo."
Mi obra es personal, incluso cuando es abstracta. Registra estados de ánimo pasajeros, recuerdos, fragmentos del yo que no puedo describir con palabras. Utilizo tanto herramientas antiguas como nuevas, siempre mirando hacia dentro y hacia fuera a la vez.