A pesar de la fama desorbitada, Cobain se sentía en conflicto. Luchó contra el dolor crónico, la depresión y la adicción a la heroína, lidiando con la brecha entre la adoración pública y el dolor privado. Su último álbum, In Utero (1993), era intencionadamente crudo y sin pulir: un artista que publicaba sus últimas verdades sin filtrar.
A pesar de la fama desorbitada, Cobain se sentía en conflicto. Luchó contra el dolor crónico, la depresión y la adicción a la heroína, lidiando con la brecha entre la adoración pública y el dolor privado. Su último álbum, In Utero (1993), era intencionadamente crudo y sin pulir: un artista que publicaba sus últimas verdades sin filtrar.