Un niño juega con un coche de juguete en una habitación con el suelo azul, un pez amarillo y un jarrón rojo. La composición es una representación vibrante, juguetona y enérgica de la imaginación infantil, con atrevidos colores primarios.
Un niño juega con un coche de juguete en una habitación con el suelo azul, un pez amarillo y un jarrón rojo. La composición es una representación vibrante, juguetona y enérgica de la imaginación infantil, con atrevidos colores primarios.
"Cada lienzo se convierte en un espejo que refleja no sólo lo que veo, sino quién soy en ese mismo momento."
Utilizo la pintura como una vía para explorar el yo, sus sombras, la luz y todo lo que hay en medio. Mezclo técnicas tradicionales y digitales para reflejar los paisajes emocionales que todos llevamos dentro.