Esta obra de arte captura la belleza icónica de una isla griega con sus pasos vibrantes y coloridos en tonos rosa, naranja y rojo. La clásica arquitectura blanca y azul enmarca la escena, creando una imagen alegre y pintoresca que te transporta instantáneamente a un soleado callejón de Santorini.
Esta obra de arte captura la belleza icónica de una isla griega con sus pasos vibrantes y coloridos en tonos rosa, naranja y rojo. La clásica arquitectura blanca y azul enmarca la escena, creando una imagen alegre y pintoresca que te transporta instantáneamente a un soleado callejón de Santorini.
"Mi arte crece como una enredadera, se retuerce, se adapta y alcanza una luz inesperada."
No hay una fórmula fija para lo que hago. Adapto mi estilo al tema, mi medio al momento. Creo en la fluidez, en el movimiento, en dejar que cada obra decida en qué debe convertirse.