Un paisaje minimalista de ondulantes colinas verdes y anaranjadas con una única casita blanca enclavada entre ellas. La composición es una representación sencilla, pacífica e idílica de la soledad en la naturaleza.
Un paisaje minimalista de ondulantes colinas verdes y anaranjadas con una única casita blanca enclavada entre ellas. La composición es una representación sencilla, pacífica e idílica de la soledad en la naturaleza.
"Mi arte no tiene fronteras, está formado por todo lo que he sentido, visto y compartido con el mundo."
Mis creaciones traspasan las fronteras del estilo, el medio y la cultura. Influenciado por todo, desde el arte callejero hasta las formas clásicas, mi trabajo evoluciona con el mundo, celebrando su caos y su armonía.