El nacimiento de nuestra hija puso nuestras vidas patas arriba. Desde entonces, hemos intentado cada día hacer lo que probablemente harían todos los padres: Darle un hogar seguro. Una infancia sin preocupaciones. Y la oportunidad de crecer feliz y llena de curiosidad por la vida. Lo que hace feliz a nuestra hija no son los regalos caros. Es el tiempo que pasamos juntos, las bonitas fotos e historias o su peluche favorito, que a veces le ayuda a lavarse los dientes (esto a veces funciona mejor y a veces peor ;) ).
Echa un vistazo, quizá encuentres una nueva foto favorita.