Se mueven al unísono, con los ojos cerrados y el corazón abierto, llevados no por los pasos, sino por el silencio del viento salado y la luz de la luna. El mar canta detrás de ellos, la tierra se mantiene firme debajo. Cada gesto es un hilo de un tapiz invisible que une la memoria, la fuerza y el silencio. No bailan para el mundo, sino con él: hermanas unidas por el aliento y la brisa.
Se mueven al unísono, con los ojos cerrados y el corazón abierto, llevados no por los pasos, sino por el silencio del viento salado y la luz de la luna. El mar canta detrás de ellos, la tierra se mantiene firme debajo. Cada gesto es un hilo de un tapiz invisible que une la memoria, la fuerza y el silencio. No bailan para el mundo, sino con él: hermanas unidas por el aliento y la brisa.