Una curiosa zarigüeya atraviesa un marco de espejo roto y ornamentado. Las ramas y astillas confieren al cuadro una atmósfera ligeramente oscura, propia de un cuento de hadas.
Una curiosa zarigüeya atraviesa un marco de espejo roto y ornamentado. Las ramas y astillas confieren al cuadro una atmósfera ligeramente oscura, propia de un cuento de hadas.