A los 18 años, Robert Richter sentó las bases de su carrera creativa formándose como diseñador gráfico en una agencia de diseño gráfico y web. Más de una década después, que dedicó a desarrollar sus habilidades y su estilo, se sintió atraído de nuevo por sus raíces creativas, caracterizadas por el graffiti y el arte callejero. Hoy se centra más que nunca en la ilustración. A través de su obra, Richter entra repetidamente en contacto con temas que influyen en nuestra sociedad. Con una pizca bien dosificada de ironía y un brillo en los ojos, Richter trabaja tanto motivos del sector tecnológico como de la naturaleza, y no rehúye ningún medio. Entre sus referencias figuran grandes nombres como el Festival Fusion, IKEA, iriedaily y muchos más.