Se despliega un paisaje hipnotizador, en el que imponentes picos perforan un cielo repleto de orbes de luz. La escena es un derroche de color, con tonos naranjas, rosas, azules y morados que se mezclan a la perfección. El uso de líneas afiladas y angulosas yuxtapuestas a formas suaves y redondeadas crea una tensión visual cautivadora. Un tranquilo río serpentea por el valle, reflejando los vibrantes colores de lo alto. Esta obra invita al espectador a explorar un mundo en el que el color y la forma danzan en perfecta armonía.
Se despliega un paisaje hipnotizador, en el que imponentes picos perforan un cielo repleto de orbes de luz. La escena es un derroche de color, con tonos naranjas, rosas, azules y morados que se mezclan a la perfección. El uso de líneas afiladas y angulosas yuxtapuestas a formas suaves y redondeadas crea una tensión visual cautivadora. Un tranquilo río serpentea por el valle, reflejando los vibrantes colores de lo alto. Esta obra invita al espectador a explorar un mundo en el que el color y la forma danzan en perfecta armonía.