Una caprichosa ilustración de una mujer con una taza de té en la mano y un feliz perro dálmata apoyando la cabeza en su regazo. La escena es conmovedora, encantadora y una dulce celebración de la compañía de las mascotas.
Una caprichosa ilustración de una mujer con una taza de té en la mano y un feliz perro dálmata apoyando la cabeza en su regazo. La escena es conmovedora, encantadora y una dulce celebración de la compañía de las mascotas.
"En la tranquilidad de la vida cotidiana, encuentro las chispas que se convierten en cuadros, la quietud es mi musa."
Mi trabajo suele comenzar en silencio, observando el viento, las sombras o un día cualquiera. Traduzco estos momentos tranquilos en color y forma, ya sea con acuarela o con lápiz digital.