Una mujer vestida de rosa riega una maceta, con otras plantas de colores a su alrededor. La escena es una representación encantadora, dulce y apacible de la sencilla alegría de cuidar un jardín.
Una mujer vestida de rosa riega una maceta, con otras plantas de colores a su alrededor. La escena es una representación encantadora, dulce y apacible de la sencilla alegría de cuidar un jardín.
"Nunca planeé ser de un solo estilo. Simplemente seguí donde el color quería ir."
Mi arte no empezó con un manifiesto, sino con momentos de tranquilidad, bocetos dispersos y la negativa a ceñirme a las líneas. Creo con cualquier herramienta que me parezca adecuada ese día. Puede ser tinta, píxeles o carboncillo. Sigo la emoción y dejo que decida la forma.