Una vista icónica de la Torre Eiffel, capturada en un intemporal blanco y negro. Enmarcado por las delicadas siluetas de las copas de los árboles, el monumento parisino se eleva majestuosamente hacia el cielo. Esta obra de arte combina la arquitectura con la tranquilidad natural del entorno e invita al espectador a redescubrir el encanto y el romanticismo de la capital francesa. Perfecta para cualquiera que desee aportar un toque de elegancia y nostalgia a su hogar.
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Una captura atemporal en blanco y negro de la emblemática Torre Eiffel, enmarcada por las delicadas siluetas de las copas de los árboles. Nostálgico.
Una vista icónica de la Torre Eiffel, capturada en un intemporal blanco y negro. Enmarcado por las delicadas siluetas de las copas de los árboles, el monumento parisino se eleva majestuosamente hacia el cielo. Esta obra de arte combina la arquitectura con la tranquilidad natural del entorno e invita al espectador a redescubrir el encanto y el romanticismo de la capital francesa. Perfecta para cualquiera que desee aportar un toque de elegancia y nostalgia a su hogar.
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Una captura atemporal en blanco y negro de la emblemática Torre Eiffel, enmarcada por las delicadas siluetas de las copas de los árboles. Nostálgico.
Bolsa de tela de calidad superior
Material
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Estampado en algodón ecológico certificado 100 % y prelavado.
El tamaño perfecto
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Espaciosa, resistente y diseñada para transportar cómodamente un portátil y más.
Instrucciones de cuidado
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Nuestras bolsas de tela no pierden su color y se pueden lavar a máquina a 30 ºC.
Estampado de alta calidad
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Usamos la impresión digital directa para garantizar calidad y durabilidad.
Producción sostenible
Producción sostenible
Electricidad verde, pocos desechos y compromiso social.
Hecho en Alemania
Hecho en Alemania
Nuestro socio local de confianza elabora y estampa todas nuestras bolsas de tela.
"La gran fotografía se basa en la profundidad del sentimiento, no en la profundidad de campo. - Peter Adams"
Anja Hebrank, residente en Berlín, se enamoró de la fotografía cuando le regalaron una cámara por su décimo cumpleaños. Desde entonces, ha desarrollado su propio estilo de fotografía de viajes, centrándose en los momentos tranquilos: instantáneas de personas absortas en sus rutinas diarias, los pequeños detalles que se pierden en el ajetreo de la vida normal. Anja reduce lo superfluo en su trabajo y conserva un elemento de minimalismo en los extensos paisajes urbanos editando ligeramente sus fotos, ofreciendo una perspectiva muy cruda de la vida moderna.