Una pintura abstracta o impresionista centrada en las líneas verticales de los troncos de abedul en tonos naranjas y blancos sobre un fondo suave y difuminado de morados y azules, que evoca un bosque sereno y etéreo.
Una pintura abstracta o impresionista centrada en las líneas verticales de los troncos de abedul en tonos naranjas y blancos sobre un fondo suave y difuminado de morados y azules, que evoca un bosque sereno y etéreo.
"Mi arte explora la conversación entre la humanidad y el mundo natural, un diálogo de caos, armonía y belleza sobrecogedora."
Me atraen los espacios en los que se cruzan el mundo humano y el natural. Mis cuadros exploran esta intrincada relación, desde la persistencia salvaje de la naturaleza en un entorno urbano hasta la profunda paz que encontramos en los paisajes vírgenes. Mi estilo, que a menudo se mezcla, refleja este diálogo permanente. A través de mi obra, espero evocar un sentimiento de reverencia por nuestro entorno y una consideración más profunda de nuestro lugar en él.