Un pintoresco bonsái está entronizado en una roca flotante, desde cuyo centro se precipita una cascada hacia las profundidades. La escena combina elementos de fantasía y naturaleza. Hierba, musgo y zarcillos colgantes complementan la superficie rocosa. El vibrante follaje del árbol contrasta con la árida estructura rocosa y transmite una atmósfera de armonía y recogimiento.
Un pintoresco bonsái está entronizado en una roca flotante, desde cuyo centro se precipita una cascada hacia las profundidades. La escena combina elementos de fantasía y naturaleza. Hierba, musgo y zarcillos colgantes complementan la superficie rocosa. El vibrante follaje del árbol contrasta con la árida estructura rocosa y transmite una atmósfera de armonía y recogimiento.