El cuadro ilustra a una persona sentada en un sillón rojo, con un gato negro descansando en el respaldo. El fondo es de color rosa suave, con las palabras "Vida cotidiana" escritas encima. La sencillez y la calma de la escena evocan la tranquilidad y la satisfacción cotidianas.
El cuadro ilustra a una persona sentada en un sillón rojo, con un gato negro descansando en el respaldo. El fondo es de color rosa suave, con las palabras "Vida cotidiana" escritas encima. La sencillez y la calma de la escena evocan la tranquilidad y la satisfacción cotidianas.