Edificios de colores encaramados en acantilados miran al mar, con veleros deslizándose por el agua. Los girasoles florecen junto a la carretera, mientras el sol poniente proyecta un cálido resplandor sobre el tranquilo paisaje costero.
Edificios de colores encaramados en acantilados miran al mar, con veleros deslizándose por el agua. Los girasoles florecen junto a la carretera, mientras el sol poniente proyecta un cálido resplandor sobre el tranquilo paisaje costero.