Una ilustración sencilla y serena de una planta de monstera grande y sana en una maceta de color amarillo brillante, situada contra una pared de paneles de madera clara, que evoca una sensación de calma y belleza natural.
Una ilustración sencilla y serena de una planta de monstera grande y sana en una maceta de color amarillo brillante, situada contra una pared de paneles de madera clara, que evoca una sensación de calma y belleza natural.
"Si mi arte no me pone nerviosa, es que aún no está hecho."
Creo para confrontar, para procesar, para exponer. Utilizo la textura como tejido cicatricial, el color como memoria. No hay nada decorativo en mi proceso: todo son tripas y alma, cosidas con pigmentos y píxeles.