Este paisaje abstracto de Iris Lehnhardt es una combinación magistral de pinceladas gestuales, líneas sutiles y estratificación, una paleta terrosa de beige y grises suaves que crean una sensación de inmensidad y añoranza. Al contemplar este paisaje abstracto, nuestra imaginación se dispara ante la visión única de la artista: transportarnos a los reinos donde el tiempo se detiene y todo lo que existe son delicados matices de tonos terrosos.
Este paisaje abstracto de Iris Lehnhardt es una combinación magistral de pinceladas gestuales, líneas sutiles y estratificación, una paleta terrosa de beige y grises suaves que crean una sensación de inmensidad y añoranza. Al contemplar este paisaje abstracto, nuestra imaginación se dispara ante la visión única de la artista: transportarnos a los reinos donde el tiempo se detiene y todo lo que existe son delicados matices de tonos terrosos.
"No fue hasta más tarde cuando me di cuenta de que sólo tengo que hacer las cosas que me gustan para ser feliz."
Delicada complejidad en superficies pictóricas abstractas, suaves acentos y matices de color pastel se alternan con veladuras transparentes, superficies mates, campos texturados, aplicaciones de pintura impasto, fuertes sobrepintados expresivos y matices de color. Expresión gestual intuitiva, sutil, sensible, enérgica, poderosa. Líneas, marcas, trazos.
La pintora contemporánea trabaja en su estudio del Taunus. En colaboración con asesores de arte y diseñadores de interiores, ha realizado numerosos proyectos de arte abstracto en todo el mundo. Sus cuadros originales han encontrado nuevos hogares en muchos países.
www.irislehnhardtfineart.com