Ilustración onírica de un pueblo costero mediterráneo al atardecer, con una colorida arquitectura que brilla con una cálida luz rosa y naranja, con vistas a un mar tranquilo bajo una gran luna.
Ilustración onírica de un pueblo costero mediterráneo al atardecer, con una colorida arquitectura que brilla con una cálida luz rosa y naranja, con vistas a un mar tranquilo bajo una gran luna.
No hay agenda en mi trabajo. Me fijo en los gestos, los patrones, las contradicciones y los documento en forma visual. A veces es abstracto, a veces figurativo. En cualquier caso, es una especie de estudio. Un testigo silencioso.