Una mujer con un colorido vestido de flores se sienta con gracia, acariciando a un gato negro, en una escena a la vez elegante y tierna, que celebra la moda, las mascotas y los momentos de tranquilidad.
Una mujer con un colorido vestido de flores se sienta con gracia, acariciando a un gato negro, en una escena a la vez elegante y tierna, que celebra la moda, las mascotas y los momentos de tranquilidad.
"Cada cuadro es una maleta que deshago de un lugar en el que nunca he estado, pero que de algún modo recuerdo."
Llevo conmigo fragmentos de sueños, esquinas, historias escuchadas. Los convierto en colores y texturas, en paisajes que no existen pero que me resultan extrañamente familiares. Dejo que mi imaginación viaje primero y que mis manos la sigan después.