Una figura está sentada en un prado rebosante de flores, contemplando majestuosas montañas. El sol poniente proyecta coloridas tonalidades, creando un paisaje sereno y sobrecogedor.
Una figura está sentada en un prado rebosante de flores, contemplando majestuosas montañas. El sol poniente proyecta coloridas tonalidades, creando un paisaje sereno y sobrecogedor.