Dos limones amarillos brillantes, uno de ellos cortado en rodajas, descansan sobre una superficie a rayas azules y blancas, plasmadas con un estilo suelto y pictórico que representa maravillosamente el juego de luces y sombras.
Dos limones amarillos brillantes, uno de ellos cortado en rodajas, descansan sobre una superficie a rayas azules y blancas, plasmadas con un estilo suelto y pictórico que representa maravillosamente el juego de luces y sombras.
"Cada cuadro es una maleta que deshago de un lugar en el que nunca he estado, pero que de algún modo recuerdo."
Llevo conmigo fragmentos de sueños, esquinas, historias escuchadas. Los convierto en colores y texturas, en paisajes que no existen pero que me resultan extrañamente familiares. Dejo que mi imaginación viaje primero y que mis manos la sigan después.