Bañado por una luz plateada, el paisaje parece tranquilo y surrealista, un lugar donde el tiempo se ralentiza y el mundo respira suavemente. La luna se cierne como un guardián vigilante, iluminando la hierba, las sombras y la imaginación. Esta obra invita a la reflexión, al asombro y a una sensación de pacífica soledad bajo la inmensidad de la noche.
Bañado por una luz plateada, el paisaje parece tranquilo y surrealista, un lugar donde el tiempo se ralentiza y el mundo respira suavemente. La luna se cierne como un guardián vigilante, iluminando la hierba, las sombras y la imaginación. Esta obra invita a la reflexión, al asombro y a una sensación de pacífica soledad bajo la inmensidad de la noche.