Un encantador bodegón de una hora del té, con un ramo de narcisos, una jarra estampada y tazas de té. La composición es una dulce, alegre y acogedora representación de una encantadora y rústica pausa vespertina.
Un encantador bodegón de una hora del té, con un ramo de narcisos, una jarra estampada y tazas de té. La composición es una dulce, alegre y acogedora representación de una encantadora y rústica pausa vespertina.
"Nunca planeé ser de un solo estilo. Simplemente seguí donde el color quería ir."
Mi arte no empezó con un manifiesto, sino con momentos de tranquilidad, bocetos dispersos y la negativa a ceñirme a las líneas. Creo con cualquier herramienta que me parezca adecuada ese día. Puede ser tinta, píxeles o carboncillo. Sigo la emoción y dejo que decida la forma.