Una composición surrealista en la que los caracoles se deslizan sin esfuerzo por un cielo de ensueño lleno de nubes suaves y brasas incandescentes dispersas. La caprichosa escena mezcla fantasía y naturaleza, creando una atmósfera única y mágica con un delicado encanto de otro mundo.
Una composición surrealista en la que los caracoles se deslizan sin esfuerzo por un cielo de ensueño lleno de nubes suaves y brasas incandescentes dispersas. La caprichosa escena mezcla fantasía y naturaleza, creando una atmósfera única y mágica con un delicado encanto de otro mundo.