"Creo que me pasan demasiadas cosas por la cabeza: soy un soñador."
La primera cámara de Laura Palm aterrizó en sus manos cuando tenía 17 años, aunque tuvieron que pasar algunos años para que su pasión se convirtiera en una carrera profesional. Esta fotógrafa independiente y estudiante de Diseño de Comunicación afincada en Berlín se dedica a la fotografía de moda y belleza, y le atraen los rostros nuevos que revelan capas de profundidad. Disfruta especialmente del proceso de confianza y creación de relaciones que supone fotografiar a sujetos desconocidos por primera vez. Aunque se inspira en su vida cotidiana -la gente que la rodea, los libros que lee-, busca retratar el mundo no como es, sino como podría ser, gracias a un toque de pensamiento fantástico.