Bajo ramas cargadas de frutos y un cielo de un azul infinito, el verano se derrama suavemente en risas y luz solar. El agua brilla como un recuerdo, suave y resplandeciente, mientras conversaciones tranquilas y cuerpos a la deriva marcan el ritmo de una tarde sin prisas. Aquí todo parece empapado de sol y suspendido, como si el día pudiera alargarse eternamente.
Bajo ramas cargadas de frutos y un cielo de un azul infinito, el verano se derrama suavemente en risas y luz solar. El agua brilla como un recuerdo, suave y resplandeciente, mientras conversaciones tranquilas y cuerpos a la deriva marcan el ritmo de una tarde sin prisas. Aquí todo parece empapado de sol y suspendido, como si el día pudiera alargarse eternamente.