Algunas mañanas, incluso los unicornios necesitan café para funcionar. Esta monada dormilona, con su melena desordenada en tonos pastel y los ojos semicerrados, sabe lo que es luchar. Perfecta para cualquiera que funcione a base de cafeína, un poco de magia y muchos bostezos.
Algunas mañanas, incluso los unicornios necesitan café para funcionar. Esta monada dormilona, con su melena desordenada en tonos pastel y los ojos semicerrados, sabe lo que es luchar. Perfecta para cualquiera que funcione a base de cafeína, un poco de magia y muchos bostezos.