Este cuadro muestra a una niña con orejas de conejo tomando una copa, rodeada de exuberantes plantas verdes y cactus. La naturaleza caprichosa y juguetona de la escena la hace intrigante y encantadora.
Este cuadro muestra a una niña con orejas de conejo tomando una copa, rodeada de exuberantes plantas verdes y cactus. La naturaleza caprichosa y juguetona de la escena la hace intrigante y encantadora.