Una escena de cocina luminosa y alegre, con un salpicadero de azulejos a cuadros amarillos y blancos, una cocina clásica y un cuenco de fruta fresca sobre la encimera. El ambiente es soleado, cálido y acogedor, y evoca la sensación de un hogar feliz.
Una escena de cocina luminosa y alegre, con un salpicadero de azulejos a cuadros amarillos y blancos, una cocina clásica y un cuenco de fruta fresca sobre la encimera. El ambiente es soleado, cálido y acogedor, y evoca la sensación de un hogar feliz.
"Algunos días pinto con pinceles, otros con píxeles, pero cada obra empieza con curiosidad y termina con alma."
No creo en las limitaciones. Tradicional o digital, abstracto o surrealista, lo que importa es la historia que cuenta cada obra. Para mí, el arte es una conversación diaria con el mundo que me rodea, y nunca sé adónde me llevará.