Un retrato poderoso y simétrico en el que el rostro se divide por la mitad en dos esquemas cromáticos distintos, uno rojo cálido y otro azul frío, que representan el concepto de dicotomía y dualidad interna.
Un retrato poderoso y simétrico en el que el rostro se divide por la mitad en dos esquemas cromáticos distintos, uno rojo cálido y otro azul frío, que representan el concepto de dicotomía y dualidad interna.
"Pinto con la misma libertad que tenía antes de aprender las reglas de la palabra."
Mi arte surge del juego, no de la perfección. Experimento como un niño, garabateando, manchando, probando cosas para ver qué pasa. Algunas obras acaban en desastre, otras en magia. Ambas son valiosas.