Dibujada a mano con un simple bolígrafo, esta obra revela un espacio imaginario en el que se funden la arquitectura y las formas surrealistas.
La composición parece un sueño: detalles infinitos, estructuras imposibles y una tranquila sensación de misterio.
Dibujada a mano con un simple bolígrafo, esta obra revela un espacio imaginario en el que se funden la arquitectura y las formas surrealistas.
La composición parece un sueño: detalles infinitos, estructuras imposibles y una tranquila sensación de misterio.
"Gatos y cubiertos, muñecas melancólicas y calaveras de vaca desnuda, rosquillas glaseadas y recortes de libros de jardinería... sostenidos a bolígrafo."
Describe sus obras como "un hipnotizante mandelay de imágenes impulsadas por un zumbante torbellino de imaginación", y busca desesperadamente nuevos hogares para sus compañeros imaginarios, que acaban de encontrar cobijo en lienzos de papel. La artista ucraniana crea piezas oníricas con bolígrafo, acuarela y gouache, utilizando sutiles diferencias de sombreado y un estudiado uso del color para imprimir su propio estilo individual a sus obras.