La primera colección fotográfica de Christian Blanck se gestó en la guardería. Poco después de sacar del desván sus viejos coches de juguete para que su hijo jugara con ellos, se dio cuenta de que los modelos clásicos eran bastante fotogénicos y empezó a fotografiarlos apilados unos encima de otros con su móvil. Cuando no está jugando con coches de juguete, trabaja como estratega de marketing y desarrolla campañas para marcas de deportes, moda y turismo.