Un alegre y vibrante bodegón de una tetera a cuadros y una taza a juego, sobre un fondo de coloridas formas en bloque. La obra es una celebración maximalista del acogedor ritual de la hora del té.
Un alegre y vibrante bodegón de una tetera a cuadros y una taza a juego, sobre un fondo de coloridas formas en bloque. La obra es una celebración maximalista del acogedor ritual de la hora del té.
"I never paint the same emotion twice, it always arrives wearing a new face."
I work fast, but I feel deep. My style changes because I change. Each piece is a flash of something I couldn’t name until I saw it on the canvas. Some works whisper, some scream. All of them are honest.