Cuando Jana Otto terminó sus estudios de diseño de comunicación, por primera vez se atrevió a sacar adelante sus propios proyectos en lugar de admirar con asombro a otros ilustradores. Ya de niña, Jana sabía que algún día se dedicaría al arte. Hoy en día, a la artista, que vive en Aquisgrán, le gusta probar diferentes técnicas y se inspira en la flora y la fauna para sus diseños. Sin embargo, edificios consagrados como la catedral de Aquisgrán también pueden influir en sus resultados creativos, que en el futuro preferiría realizar en su pequeño estudio, rodeada del mayor número posible de gatos.