Para Anika Merten, la pasión es el proceso de crear algo radical y nuevo a partir de la nada. Su obra es un encuentro de formas clásicas como la acuarela y el dibujo lineal con un toque moderno de composición digital. La belleza reside en la emoción de la espontaneidad y la imperfección, el lugar donde lo digital y lo analógico se encuentran. Anika estudió diseño de comunicación y ahora trabaja como ilustradora y diseñadora independiente en Colonia (Alemania).