Una interpretación caprichosa y abstracta de un comedor, con una mesa, sillas y una ventana representadas con formas juguetonas y una paleta de colores suaves de azules, rosas y amarillos, que crean una atmósfera de ensueño.
Una interpretación caprichosa y abstracta de un comedor, con una mesa, sillas y una ventana representadas con formas juguetonas y una paleta de colores suaves de azules, rosas y amarillos, que crean una atmósfera de ensueño.
"Cuando las palabras callan, mi pincel empieza a hablar contando historias que sólo los colores pueden expresar de verdad."
No creo para impresionar, sino para expresar. Mi arte fluye de la emoción, a veces susurrada, a veces gritada. En el lienzo o en la pantalla, cada pincelada capta la belleza fugaz del ahora, anclada en el ritmo intemporal del ser humano.