"Como nunca he sido una chica de álbum de fotos, dibujo animales caprichosos inspirados en Algonquin como tótems para aquellos que han impulsado mi vida."
Laura Morrish vive en Florida, pero su corazón pertenece al Parque Algonquin de Ontario. Esta artista autodidacta y conservacionista dibuja versiones antropomorfizadas de animales autóctonos de esta zona salvaje de Canadá y les cuenta a cada uno su historia. Crea personajes como Albert Finnegan, el oso negro, Ford Buckminster, el castor, y Quinn Bancroft, el zorro rojo, para recordarnos que debemos ser conscientes de cómo tratamos a los animales y su hábitat.