Una caprichosa ilustración de un sillón rojo que se utiliza como maceta para una floreciente planta de tomates. La composición es surrealista, juguetona y una mezcla única de decoración doméstica y jardinería.
Una caprichosa ilustración de un sillón rojo que se utiliza como maceta para una floreciente planta de tomates. La composición es surrealista, juguetona y una mezcla única de decoración doméstica y jardinería.
"Algunos días pinto con pinceles, otros con píxeles, pero cada obra empieza con curiosidad y termina con alma."
No creo en las limitaciones. Tradicional o digital, abstracto o surrealista, lo que importa es la historia que cuenta cada obra. Para mí, el arte es una conversación diaria con el mundo que me rodea, y nunca sé adónde me llevará.